1976 – 16 de septiembre -2019 – “Noche de los Lápices”
En Argentina el 16 de Septiembre de 1976 la dictadura militar realiza una gran redada en La Plata dirigida a detener estudiantes secundarios, en lo que posteriormente se conoció como “La noche de los lápices”.
por Leonardo Del Grosso
La banda de delincuentes autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional» el 24 de marzo de 1976 había realizado un golpe militar contra el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón y había profundizado la campaña de matanzas que había iniciado años antes contra los luchadores populares. Los secuestros, los asesinatos, las desapariciones y las torturas no eran un excepción sino el método terrorista característico de las fuerzas antinacionales que, en su carácter traicionero, mercenario y apátrida, no podían más que tener ese método, coherente con lo que son.
El 16 de Septiembre de ese año la dictadura militar realiza una gran redada en la ciudad de La Plata para detener a estudiantes secundarios, en lo que posteriormente se conoció como “La noche de los lápices”. Todos los secuestrados ese día se encuentran desaparecidos.
Mantener viva la memoria de estos hechos es recordar a los héroes que lucharon contra los cipayos Videla, Massera, Agosti, y etc. de su misma calaña, y es ser conscientes también de la barbarie y la vileza de los mercenarios cobardes al servicio de los enemigos de la Patria, para alimentar el absoluto desprecio que merecen y luchar para que paguen por sus crímenes.
Recordar este día es rendir tributo a la juventud maravillosa, valiente, generosa y audaz de los años 70 y redoblar la determinación para luchar contra los mismos enemigos imperialistas, que aún no han sido derrotados.
Los secuestrados
En La Plata, grupos de tareas conducidos por el sedicioso terrorista general Ramón Camps el 16 de septiembre secuestraron a seis estudiantes secundarios de La Plata: Claudia Falcone (16 años), Francisco López Muntaner (16 años), María Clara Ciocchini (18 años), Horacio Ungaro (17 años), Daniel Racero (18 años) y Claudio de Acha (18 años). No fueron los primeros: Gustavo Calotti fue llevado el 8 de septiembre y Víctor Triviño el 10 de ese mismo mes. Más tarde, el 17 de septiembre, fueron secuestradas Emilce Moler y Patricia Miranda. El 21 de septiembre fue secuestrado Pablo Díaz. Todos los que fueron secuestrados el 16 de septiembre continúan desaparecidos.
La lucha hoy
En Argentina mucho se ha avanzado para hacer que paguen los esbirros que cometieron semejantes crímenes aberrantes. Aunque muchos de estos mercenarios traidores murieron en la impunidad, sin haber sido castigados, muchos otros fueron encarcelados, gracias a la lucha tenaz del pueblo. Y muchos otros más serán castigados en el futuro. Está claro que la justicia absoluta no será hasta que en la Argentina no impere el proyecto justiciero por el que lucharon los mártires y héroes de la generación del 70. Está claro que falta mucho, pero también es claro que la lucha no ha sido, ni es, en vano. Todo lo conquistado ha sido sólo gracias a la resistencia popular.
En Argentina está instituida la fecha del 16 de septiembre como “día de los derechos de los estudiantes secundarios”, y está bien, aunque también podría ser el “día de los secundarios patriotas”, porque no sólo muchos de los mártires expresamente lo son y al momento de su secuestro y desaparición eran militantes de organizaciones políticas revolucionarias, sino también porque luchar con ímpetu por el boleto secundario en las condiciones de terrorismo que las fuerzas armadas vendepatrias estaban ejecutando en toda la Argentina en ese tiempo, supone determinación y arrojo ya que desafiaba descaradamente, y desde el desparpajo y la frescura de la juventud más temprana, la pretensión dictatorial del cipayaje verdugo.
¡Gloria eterna a los estudiantes secundarios patriotas que desafiaron a los mercenarios torturadores alcahuetes de los yankis!
¡Gloria eterna a los jóvenes estudiantes que con su fe y su militancia alimentaron la resistencia contra la dictadura antinacional!
Mártires de la “noche de los lápices”…
¡Presentes!!
Ahora… ¡Y siempre!!