Una lectura en despachos de agencias de noticias y otros medios internacionales, respecto a lo publicado este 1ro. de Mayo sobre celebraciones y otros actos por la fecha de los trabajadores, permite concluir que Cuba continúa como un baluarte.

CAPAC – por Elson Concepción Pérez – Tomado de Granma

En unos casos, sobre todo en Europa y Estados Unidos, la guerra en Ucrania ha desplazado la atención mediática y del 1ro. de Mayo nada o poco se dice.

Recordemos el peso que tiene en este mundo el control de los grandes medios por parte del Gobierno que también domina la producción de armas y la fabricación de guerras.

Se trata de Estados Unidos, el país donde en 1886 tuvo lugar el criminal suceso por el cual la fecha se reconoce como Día Internacional de los Trabajadores y que, por paradojas de la vida, allí no se celebra, no existe reconocimiento de la efeméride. Solo en septiembre se declara un día no laboral por tal motivo.

Pero de ninguna manera el mundo podrá olvidar lo ocurrido en la ciudad de Chicago, donde un grupo de sindicalistas estadounidenses fueron condenados por participar en la huelga obrera, en esa ciudad del estado de Illinois, y luego la cruel condena a cinco de los huelguistas, llevados a la horca.

Los trabajadores, que exigían una jornada laboral de ocho horas, fueron despedidos por miles.

Hoy, en este 1ro. de Mayo, lamentablemente tienen más peso las jornadas de protestas, los enfrentamientos con la policía, y las denuncias sobre un mundo en el cual las políticas neoliberales imperan y los reclamos obreros son obviados.

Resaltaron, en los actos de este domingo, las consignas enarboladas por los trabajadores brasileños, como Fora Bolsonaro, en claro desafío a las políticas sociales del actual mandatario.

Mientras, en Francia, la fecha contó con la movilización de sindicalistas que exigieron la elevación del nivel de vida y la garantía de las prestaciones sociales, y reclamaron, además, atención gubernamental a la emergencia climática.

Manifestaciones similares ocurrieron en toda España, en Alemania y en otras ciudades europeas.

Hay que tener en cuenta que la pandemia de la COVID-19 provocó la no celebración de este día en los dos últimos años, mientras que algunos gobiernos neoliberales dieron la espalda a las demandas obreras y también a la responsabilidad de actuar con tesón en el control y atención de los enfermos.

Quizá también por esto sea tan alta la significación de las celebraciones de este 1ro. de Mayo en Cuba, por el demostrado compromiso de los obreros, de los campesinos, de los jóvenes y de todo el pueblo, de erradicar deficiencias y celebrar, con toda razón, que nuestra ciencia y nuestra Medicina nos hayan salvado, aun cuando el prepotente vecino del Norte escogió estos momentos críticos para arreciar las medidas del bloqueo, e intentar asfixiarnos y rendirnos, algo imposible hoy y siempre.

Por eso, cientos de miles de trabajadores, estudiantes, campesinos, jóvenes y pueblo en general acudieron a plazas de todo el país para reafirmar su apoyo a la Revolución y festejar los triunfos de la Ciencia y la Medicina cubanas en el control de la pandemia de la COVID-19.

En otros países también hubo actos, pero en su generalidad fueron manifestaciones de reclamo de políticas sociales justas para que se garantice el derecho al trabajo, se invierta en salud y educación, en vez de hacerse en guerras y desarrollo de armas cada vez más modernas y letales.

Sigue siendo una utopía que, en vez de diametralmente opuestos, los motivos que los cubanos tienen para la marcha proletaria del 1ro. de Mayo sean los mismos que movilizan a los trabajadores en otros países.